Muramasa (村正, Muramasa ?) es un misterioso personaje que tiene la capacidad de liberar los espíritus de las Zanpaku-tō de sus propietarios Shinigamis, tomando éstos una forma humanoide en ocasiones diferente a la que adoptan en sus propios mundos interiores. Muramasa ha sido concebido como el principal antagonista en la temporada del anime conocida como la Saga de los Cuentos Desconocidos de las Zanpaku-tō, en la cual dirige una rebelión de los espíritus de las Zanpaku-tō contra las Fuerzas del Gotei 13.
Apariencia
Muramasa es un hombre con un aspecto en cierta forma reminiscente al de Ulquiorra Cifer, al tener como él una complexión muy delgada, piel pálida y pelo oscuro sin brillo con un corte similar, aunque en el caso de Muramasa es castaño oscuro en lugar de negro. Sus ojos son de un color azul celeste muy claro y se ven rodeados por unas marcas oscuras que delinean toda la cuenca ocular.
Durante su presentación a los Shinigamis del Gotei 13, demostró ser capaz de modificar el color blanco de la esclerótica de su ojo derecho a un rojo oscuro y derramar sangre como si de lágrimas se tratase, algo que ha hecho siempre que ha consumido grandes cantidades de reiatsu.
La indumentaria de Muramasa consiste en un extraño abrigo blanco con una gran cantidad de pelo en la zona del cuello, con un broche circular y un pañuelo morado. En la cintura lleva ceñido un ancho cinturón de tela blanca. Sin lugar a dudas, uno de los rasgos más característicos de Muramasa son las uñas de sus dedos, que lleva anormalmente largas, llegando a rivalizar con la longitud de sus propias manos.
Personalidad
Desde su primera aparición, Muramasa se perfiló como una figura plagada de misterios e incógnitas, con una mente analítica capaz de concebir intrincadas estrategias y de rodearse de poderosos aliados, sin llegar a confiar en ellos ni revelarle sus verdaderos propósitos en ningún momento. Seguro de sí mismo y dueño de un notable autocontrol, es raro ver a Muramasa salirse de sus casillas, pues suele mantener en todo momento una actitud seria, tranquila y en ocasiones sarcástica y maliciosa.
Aunque se autodenomina una "Zanpakutō con unos poderes capaces de cambiar el mundo", Muramasa tiene consciencia hasta cierto punto de sus limitaciones, por lo que en sus primeros movimientos trata de reunirse con las demás Zanpakutō y utilizarlas para la consecución de sus planes, sabiendo que sin su poder y el de sus enemigos, no lograría sus objetivos. Además, y como no tardaría en percibir Orihime Inoue al encontrarse con él, detrás de esa máscara se esconde una persona frágil e imbuida de una profunda tristeza y una gran soledad, como consecuencia de haber pasado tanto tiempo alejado de su dueño Shinigami.
Relaciones
De forma similar a otros tantos importantes enemigos a lo largo de la serie, bajo la amabilidad de trato que Muramasa tiene con los espíritus materializados de las Zanpakutō que ha logrado reunir para su rebelión se esconden sus verdaderas intenciones, en las que sus aliados no son más que simples peones a los que sacrificar si esto le aproxima a su objetivo.
Aunque no ha llegado a mantener ninguna discusión con otro espíritu y ha sabido ostentar un calmado papel dominante y director de los movimientos de las otras Zanpakutō, tampoco retrocede ante la idea de combatir con dos de los espíritus más poderosos, Katen Kyōkotsu y Sōgyo no Kotowari cuando éstos descubren su traición, y los derrota sin preocuparse en absoluto por su anterior colaboración.
Aparte de con los espíritus de las Zanpakutō, Muramasa apenas sí llega a interaccionar con ninguna otra persona del actual Gotei 13 con la única excepción de Byakuya Kuchiki, quien se une a sus filas, para sorpresa de las demás Zanpakutō. Esto parece complacer enormemente a Muramasa, mas no llega a bajar la guardia y le somete a una estrecha vigilancia, desconfiando de sus intenciones. La antigua relación de Muramasa con la Familia Kuchiki da una mayor profundidad a la relación existente entre ambos personajes, que pese a tener intereses radicalmente distintos, llegan a colaborar en ciertas ocasiones.
Kōga Kuchiki
Pese a su inicial imagen de personaje frío, independiente y sin escrúpulos, cuando se revela el pasado de Muramasa y de su dueño Shinigami, Kōga Kuchiki, se pueden ver facetas del espíritu de la Zanpakutō antes insospechadas.
Aunque siempre consciente de su superioridad y de lo especial de sus poderes, en el pasado Muramasa estaba totalmente supeditado a Kōga, si bien su ambición y su propósito de cambiar el mundo no era indiferente al corazón del propio Kōga, quien acabó desarrollando sentimientos similares.
En los momentos más críticos, Muramasa era el más fiel amigo de Kōga, mas en vez de recomendarle contención y paciencia, alimentó la rebeldía y el orgullo del prometedor Shinigami, acarreándoles a ambos la perdición.
Después de haberse marchado del Gotei 13, Kōga adoptó una actitud cada vez más cruel y tiránica con Muramasa, maltratándole física y mentalmente de forma sistemática.
El espíritu de la Zanpakutō soportaba la situación con estoicismo y cierta tristeza, pero su nexo acabó por erosionarse y la comunicación entre ambos acabó por verse seriamente resentida. El hecho de que Muramasa no acudiese a la llamada de auxilio de Kōga, al no ser capaz de oírle, hizo que el Shinigami alimentase durante siglos el odio hacia su Zanpakutō quien, en su ignorancia, centró todos sus objetivos en volver a reencontrarse con su querido dueño, sin importarle las consecuencias de sus actos.
Ichigo Kurosaki
Al tener noticia de la existencia del Shinigami sustituto y de su inusual poder, Muramasa comprende que su actuación, si es dirigida en su propio beneficio puede reportarle grandes ventajas e incluso la consecución de su objetivo definitivo, que no es otro que liberar a Kōga de su prisión. Por lo tanto, hace todo lo posible para atraer a Ichigo a la Sociedad de Almas, separarlo de su Zanpakutō y, al descubrir la existencia de su hollow interior, tratar de unirlo a sus fuerzas.
El interés de Muramasa en Ichigo no cede pese a su derrota inicial sino que, todo lo contrario, se acrecienta. Finalmente, los propósitos de Muramasa acaban cumpliéndose y es Ichigo el que acaba permitiendo, aunque sea de forma indirecta, que Kōga Kuchiki sea liberado. Sintiéndose utilizado por Muramasa y comprendiendo el enorme riesgo que corre el mundo entero ante una amenaza así, Ichigo se promete a sí mismo derrotar al rebelde espíritu de Zanpakutō y restablecer el orden que él mismo se considera culpable de haber quebrado.
Curiosidades
- Muramasa es el nombre de un famoso fabricante de espadas que vivió en el Japón del siglo XVI. Se creía que los filos de sus armas tenían una sed de luchas sobrenatural y que se negaban a ser envainadas hasta no haber derramado sangre, llegando incluso a atacar a su propietario. La figura de Muramasa y de sus espadas aún se puede ver, no sólo en Bleach, sino en numerosos manga y anime.
- A pesar de ser un simple personaje de relleno Muramasa gano mucha más fama que otros personajes de la serie.
- Durante los acontecimientos que transcurren en la novela Bleach: Can't Fear Your Own World, Muramasa es mencionado por Syunsui Kyōraku como una Zanpakutō extraña y peligrosa, comparándola en categoría con la Enrakyoten del Clan Tsunayashiro.
Citas
- (A Kōga Kuchiki): “Somos sólo uno. La confianza mutua significa un poder mayor. Somos Shinigami y Zanpakutō, unidos por el destino. Cree en mí y en ti mismo."
- (Al Hollow de Ichigo): “La relación entre un Shinigami y Zanpakutō es hablar y simpatía. Pero… hay excepciones como tú. Realmente eres muy interesante."
- (A él mismo mientras Ichigo le llama): “¡Qué irónico! ¿Así que tu voz es capaz de alcanzar mi alma?.”
v · d · e | La Hollowficación |
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